Entre conciencia y coindicencia

Sigue siendo aquella niña que se ilusiona por cualquier cosa. Esa pequeña imperfecta que se hunde demasiado rápidamente, la que tiene fuerzas para levantarse tras cada golpe aunque sabe que pronto volverá a caer. Esa niña que aunque intente poner buena cara se le nota a la legua si está mal. Esa, que adivina que te pasa por la cabeza con sólo mirarte porque te conoce de sobra. Esa, que cuenta poco pero escucha todos y cada uno de tus problemas. Esa niña que adora a cada uno de sus amigos y les hará reir siempre, aunque todo esté mal. Porque aunque no te des cuenta, esa niña en la que siempre te apoyas, soy yo, y sabes que estaré ahí siempre que me necesites.