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miércoles, 28 de diciembre de 2011

                                          PARAÍSO                                                              
Ella, solitaria y dulce. Ella, que nunca veía lo malo de la gente. Ella, que nunca encontró un sólo fallo, ni una pizca de oscuridad en la luz, ni un sólo mal gesto. Ella, que tanto había luchado y tantos males había vivido. Ella se merece esta entrada. Porque ella no podía saber... ella no podía escapar... sólo podía vivir, ser ella misma, correr hacia el horizonte y soñar. Ella, soñadora de día y de noche, como un pájaro en su jaula, soñaba. Soñaba con salir y conocer el mundo, pero no estaba  a su alcance. Así que huía de su realidad y soñaba con un lugar donde el dolor no fuese nunca un problema, donde la tristeza hubiese desaparecido. Como si los sueños hubiesen estallado en miles de luces que la envolviesen y se la llevasen a un lugar que durase para siempre, que no se olvidase nunca, un lugar en el que pudiese se libre. Pero ese lugar estaba lejos y ella estaba cansada. Pero  siguió el camino, aun con la muerte a su espaldas. Los últimos pasos los dio sin aliento, con los pies sangrantes y el corazón en un puño. Las luces la envolvieron y el puñado de sueños que traía le estalló en las manos. Por fin había llegado a ese lugar.Ya nadie sabe de aquella chica, aquella que estaba dispuesta a demostrar que una vez muerto no se está tan mal en aquel lugar... y que estaba dispuesta a soñar con llegar a un lugar llamado paraíso.






























Ella viene mientras sueñas, ella siempre creyó en un mundo mejor


domingo, 25 de diciembre de 2011

Imagina por un momento que estoy ahí, a tu lado... que puedes verme sonreirte, que puedes recordar cada rasgo de mi cara, que puedes volver a estar en el momento en el que nos conocimos, que la distancia se reduce a unos centímetros, que, con sólo estirar tus brazos, puedes abrazarme. Cuando me veas, quiero que me digas que me amas, no hace falta que sea muy fuerte, ni que haya puesta de sol, ni que me hayas regalado flores, ni que las luces te iluminen la cara como aquella vez, no hace falta que todo vuelva a ser igual. Sólo necesito que me mires y me lo digas, como siempre, como si esta puta distancia no fuese lo suficientemente fuerte para separarnos, como si las imágenes no se hubieran borrado de tu mente, como si no me hubieses olvidado todavía... Necesito un último te quiero que me ayude a estar allí siempre pero a la vez a poder continuar. Porque las primeras páginas de nuestra historia hacen que el futuro se vuelva borroso, porque no quiero olvidar. Porque quiero que siempre recuerdes lo que podríamos haber sido tú y yo, si no fuésemos tú y yo.



















Ahora intenta imaginarnos separados, ¿qué ves? Porque yo sólo veo presente y lágrimas...

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Algún momento será bueno para quererte, pero no hay ninguno que no sea bueno para bailar



    Ian Somerhalder