Amigos del blog :)

martes, 18 de junio de 2013

Al final el que calla no otorga nada, sólo pierde mi interés.
"Feliz es el destino de las vírgenes vestales, pues olvidan al mundo y el mundo las olvida a ellas. Brillo eterno de la mente inmaculada, cada oración aceptada y cada deseo renunciado."
Esto te mata, te destroza por dentro como una puta cuchilla. Lo he pensado, lo he pensado más de una vez. ¿Sigo adelante o me echo atrás como siempre? ¿Soy valiente por una vez o me alejo corriendo sin mirar atrás?

La vida no da segundas oportunidades, decían. Pero no tienen razón, somos nosotros quienes no las damos. Pensamos que al menos error, a la menor dificultad, ya no merece la pena. Nos atascamos en nuestros propios errores y creemos que en el futuro no nos va a ir mejor. Por eso desistimos, abandonamos todo lo que deseamos por el simple echo de no saber como seguir. Confiamos en ser salvados sin darnos cuenta de que todo eso que pasa en las películas no nos va a pasar a nosotros. Ningún fortachón con mallas ajustadas, capa y antifaz va a venir a resolver nuestros problemas. Nadie nos cogerá de la mano y nos llevará hacia nuestras metas. Nadie se enfrentará a nuestra quimera.

Somos necios e ignorantes, no tenemos futuro porque nosotros mismos nos lo arrancamos de las manos. Por desgracia nosotros somos nuestro principio y nuestro final, y eso nos hace cada vez más débiles.